Fines de semana y otras Estrategias de Mejoría Engañosa

El otro día leí en un documento una idea que me llamó mucho la atención, consistente en presentar la implantación de fines de semana, vacaciones y días festivos como un método tremendamente contra-revolucionario.

Pensémoslo bien: no se trata de una fuerza menor en la lucha de la clase dominante para someter y amansar a la población, sino una tal de enorme influencia, pues ¿qué es aquello que nos alivia todos los males de la semana, todo nuestro estrés acumulado, nuestro malestar e irritación? El saber que el fin de semana estaremos libres de todo, que podremos «desconectar», olvidarnos de las penurias de la semana, evadirnos (en muchas ocasiones evadirnos por vías que seguramente aumentarán nuestra sumisión, como la televisión y su propaganda y medios de desinformación).

La clase parasitaria sabe bien que para mantener a sus esclavos tiene que ir permitiendo espacios de evasión y descarga. Pues en efecto ¿qué sucedería si no hubiera días libres en la semana para nadie? ¿Cómo soportar por mucho tiempo jornadas de trabajo absolutamente ininterrumpidas, donde el horizonte se presentaría siempre como un lugar de más explotación y esfuerzo para el hijo de puta del patrón? ¿Fue realmente un logro reducir la jornada laboral, o una aparente menor esclavitud, sólo cuantitativa (en horas) y no cualitativa, lo cual refuerza la falsa sensación de bienestar y libertad?

Pero la gente vive en un mundo de inmediatez, no a largo plazo; y vive entonces «a la semana»: sabe que al final de cada una será libre, y esa mísera y relativa libertad parece bastarle para aceptar la esclavitud del resto de días semanales.

Éste es un caso de lo que yo llamo «Estrategia de Mejoría Engañosa», nombre aplicable a aquellas reformas de los numerosos aspectos del sistema socio-económico total que parecen constituir una mejoría respecto a los estadios anteriores, pero que en realidad sólo sirven para perpetuar el núcleo autoritario, explotador y alienante de todas las sociedades de la civilización occidental desde sus mismos comienzos. Estas estrategias son particularmente arteras porque no se puede negar que sean mejorías, pero por otro lado tienen una vertiente que redunda en un refuerzo de la clase dominante.

Por poner otros ejemplos: los niños ya no trabajan, pero por contra son adoctrinados en un sistema educativo autoritario y alienante. Otro: el Estado proporciona unos servicios que se consideran básicos (cada vez menos y de menor calidad), como la salud, que antes del surgimiento del Estado del Bienestar no hacía, pero para que identifiques todos los aspectos del Estado como algo bueno, incluidos (que es lo que interesa especialmente que se incluya) el gobierno, el parlamento, el sistema judicial, los cuerpos policiales, el ejército; en fin: la autoridad y la represión. Otro: se legalizan los sindicatos, se hacen leyes que protegen en cierta medida al trabajador (de nuevo, y en estrecha relación con el caso de la progresiva desaparición del Estado del Bienestar, cada vez menos), pero sólo para que no se sienta explotado, por más que regale su producción al propietario de los medios de producción y reciba a cambio un valor menor que el de lo que ha producido: el salario.

En fin, sirva el presente artículo para percatarnos de cuán bien disimulados están los mecanismos de opresión, y para alentar a hacer un trabajo de detective para con ellos, sacarlos a la luz y confrontarlos.

2 comentarios en “Fines de semana y otras Estrategias de Mejoría Engañosa

  1. Willy

    De acuerdo. Pero sin la jornada de 8 horas ni se puede plantear la destrucción del trabajo asalariado.
    Sin que sirva para olbidar los objetivos a largo plazo, la lucha de reacción a a los ataques del neoliberalismo es reformista pero necesária.
    Buen artículo, dentro poco uno mio!

  2. asslliuab Autor

    El movimiento obrero es más fuerte cuanto más puteada está la clase trabajadora. Vale que si se está más tiempo trabajando se está más tiempo alienado, pero tiene que haber necesariamente momentos de descanso, y es ahí cuando el trabajador (si no se entrega a la evasión derrotista) puede ser consciente de lo mísera que es su existencia.

    Totalmente de acuerdo en lo de la lucha contra-neoliberal. Pero no debemos quedarnos ahí, sino subvertir el sistema.

    A ver si lo escribes ya, cojoneh XD

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