(Opinió individual) El ocio alienante

Me informan de que habrá una fiesta el jueves en la universidad, y mi ánimo ante estos eventos es, como de costumbre, animado. Mas para mi sorpresa aparece de pronto una fuerza emotiva que se le opone: una cierta desgana, una cierta animadversión, un asco incluso. Porque sí, a primera vista puede semejar una excelente oportunidad para compartir momentos, vivencias, ideas con gente maravillosa; para fortalecer lazos emocionales y zambullirte en el mundo interior del otro.

Pero a poco que uno reflexione un tanto sobre la cuestión, advierte con decepción que no es lo que hallará en este tipo de ocio y fiestas, sino todo lo contrario: una huida de sí mismo colectiva para perderse en el alcoholismo, la evasión, la búsqueda de autoestima en ligar, etcétera. ¿Querías entablar conversaciones? No, la música, demasiado alta, y muchas veces llena de letras que promueven aún más esa alienación, te lo entorpecerá. ¿Querías aprender, compartir experiencias de los demás y de ti mismo a través de la comunicación? ¡Cómo, si te vas a dedicar a beber y fumar para olvidarte de todo, para no ser tú!

Eso no significa que bailar no sea una forma de comunicación con su propio lenguaje, o que, con una dosis adecuada de marihuana, no puedas acceder a ciertos estados de conciencia. Pero no es así con el alcohol, principal droga de estas fiestas… ¿Casualidad que sea, junto con el tabaco, la única que permite el Estado? De borracho a borracho no se establece ninguna relación especial, ningún lenguaje corporal interesante, sino sólo verborrea y confusión, y una desinhibición que en mi opinión habría de lograrse sin ayuda de drogas.

Alcohol y música alta. No pienses, no te comuniques. Huye de ti, ahoga tus penas en la botella, entrégate a la música, no por placer, sino por evasión. Quizás peque de trágico, pero en algunas ocasiones, participando de este tipo de fiesta con amigxs, me he sentido más solo que nunca. ¡Cuántas veces no me habré sentido frustrado por no poder hablar con ellos, estando la música demasiado alta! ¡Cuántas veces no habré seguido bebiendo para perderme en la borrachera, para ensayar una especie de suicidio y no sufrir por las ideas, actitudes, concepciones que la civilización occidental trata de inocularnos!

Hay muchos tipos de ocio. Ocios constructivos, creativos, comunicativos. Ocios que te dirigen hacia ti mismo en compañía, donde todxs crecen y se recrean juntxs, donde das y recibes.

Y hay ocios alienantes, ocios que te alejan de ti y de lxs demás, que crean el espejismo de la diversión colectiva pero que no son sino una desbandada desquiciada.

4 comentarios en “(Opinió individual) El ocio alienante

  1. Martí B.

    No estoy de acuerdo con que el alcohol no pueda llevar a estados alterados de conciencia. Estoy de acuerdo en que sus efectos tienden a crear conversaciones banales, fantasiosas e incongruentes. Pero eso es porque, como bien dices, se utiliza como un simple comodín social. Y las drogas están determinadas por el contexto y la intención con que se toman. Por ejemplo, a mi parecer, la marihuana es una droga interesante, filósofa, incluso con posibilidades terapéuticas, pero eso no niega su faceta de anestesiante de masas, o que sea un innegable inestabilizador emocional.

    Claro que el alcohol tiene su parte negativa, pero las reacciones neuronales que provoca no lo son de por sí, lo son porque el consumidor cae en el engaño de la falsa personalidad. Si se parte de un contexto de consumo distinto, más autoconsciente, creo que el alcohol puede ser una droga igual de interesante que todas las demás.
    Aunque claro, esto es la teoría. La práctica es un desafío personal al filo de la adicción; una barrera que una vez se sobrepasa anula cualquier aportación positiva de cualquier sustancia, con principio activo o sin.

    Dejando de lado el tema drogas, muy buena tu reflexión. La concepción general de lo que es el ocio conjunto se ve un poco reducida actualmente… Aunque haya fiestas y fiestas y yo disfruto las que asisto.

    Salud!

  2. Marta

    Lucass!!! ets un purista!! Ja en parlarem però tampoc cal que tot sigui trascendental!

  3. asslliuab Autor

    Marta: crec que és un tema prou important. Però evidentment cadascú determina la importància de segons quines coses. No tot ha de ser tan banal! (:P)

    Martí: Por lo que a mí respecta, el alcohol nunca me ha proporcionado un estado mental o emocional interesante; lo único que valoro es la desinhibición que produce, pero, como ya he dicho, creo que ésta ha de alcanzarse por medio de un trabajo interior y autónomo, independiente de drogas. Supongo que a cada persona le sientan diferente las drogas, conque no descarto que el ir alcoholizado pueda tener su parte interesante.

    Con respecto a lo demás que dices, estoy completamente de acuerdo 😉

    Lucas

  4. Javi

    Molt bona reflexió.
    Les festetes d’alcohol a les que estem massa acostumats estan totalment sobrevalorades.
    Es trist que la majoria entengui que aquest es l’únic model possible de festa, i que fins i tot es vegi com una cosa necessaria l’agafar-se una bona merda entre dijous i dissabte…

    Reconforta llegir coses així en nits on no pots maltractar el fetge per haver d’estudiar

Los comentarios están cerrados.